Ya
no quiero hablar más de tiempo. Quiero sentarme en una playa fría y
desierta, que baje la marea y la arena blanca sea mi lecho por una
noche. No quiero hablar más de mapas. Los romperé y con ellos haré un
barco para navegar rumbo mar abierto. Serán las estrellas mi único
ancla. El telón de mi obra el océano y los peces las rosas cuando saltan y aplauden. Sonará
la guitarra cuando lleguen las nubes piratas y las olas distraerán al
verano entonando soleares. Voy a conquistar cada uno de los horizontes,
haciendo mío al viento. Haciendo estremecer a los cielos, y la luna el
espectador que admira desde la distancia.
Porque mi brújula está lejos en tierra,
Porque mi brújula está lejos en tierra,