Era un atardecer como cualquier otro o así yo lo pensé, ya volvía de mi paseo, ese día quise ver el mar y a pesar de que no me conviene esas horas en la playa así decidí hacerlo. Me senté y mirando al horizonte no pensé en nada se apodero de mi mente y casi de mi corazón sentí una paz tan inmensa y placentera una felicidad casi dolorosa .....unos momentos solo; una belleza tan increíble. la mezcla tonalidades y colores... de matices el aroma del mar el aire alegre algo fresco del atardecer. La viva vibrante la vida en su plenitud.si creo en Dios.... esa belleza no puede ser obra de la Naturaleza en si misma,.es algo que consigue cambiar el estado de animo de pensar y hasta de apreciar la vida , valorar lo que tienes.pensar que solo ver eso ya es un regalo y un lujo, todas las cosas que te pasen, ( que mas da) si tu puedes vivir sentir ver oler y abrazar.
